viernes, 8 de febrero de 2013

“Uno, Dos, Tres… Quattro”.

Arturo Olmos Ybarra.



“Uno, Dos, Tres… Quattro”.

El arte desde el principio de los tiempos se ha manifestado entre los seres humanos como una manera de expresión e incluso de adoración. Pero siempre con un solo objetivo, el elaborar una representación del pensamiento.

Ahora nosotros gracias a los datos y obras históricas podemos darnos una idea de cómo ha sido la evolución del arte hasta nuestros tiempos. En este documento que presento se encuentran algunas ideas de lo que fue el Quattrocento, un período de renovación artística que brota en Florencia, Italia y recorre Europa alrededor del siglo XV.

Sabemos que el Quattrocento es una fase del período también conocido como Renacimiento, llamado así por la nueva forma de pensamiento y el resurgir de las artes en todas sus ramas. En el Quattrocento se caracteriza por los grandes avances surgidos en cuanto a técnicas artísticas y también por una incesable sed de conocimientos, es decir a los hombres de esta época requieren algo más que una visión mística/ divina como lo es la religión, en este momento el hombre se ve en la necesidad de abrir sus pensamientos, de querer conocer hechos, motivos y razones del porque suceden las cosas.

Como ya mencioné, se da un giro impresionante de la forma de pensamiento, la Iglesia católica pierde todo su poder  que había adquirido durante toda la edad media,  años de verdadera oscuridad ya que la mente humana no podía concebir otra cosa que aquellos dogmas religiosos y si se cuestionaba cualquier aspecto podría tener enormes consecuencias. En el renacimiento se libera de todo esto, la Iglesia pierde su poder y en su lugar se colocan las artes y es entonces cuando es necesaria la aparición de maestros que se dediquen a la enseñanza de las nuevas técnicas artísticas en lugar de sacerdotes y teólogos. Es entonces cuando aparece el pintor Sandro Boticelli y su revolucionaria pintura realista que trata de copiar de una manera muy exacta la naturaleza.

En cuanto a la estética del renacimiento se distingue por el descubrimiento del individuo, en la mente del hombre ya no hay cabida para representar fieles ni religión, sino más bien aspectos intelectuales, físicos, hablamos de un gusto por un mundo sensible y como lo hace Boticelli representar una familiaridad con la naturaleza. Durante la edad media todo el arte era anestético, es decir, no existía la preocupación de que el arte fuera bello sino más bien lo que pretendía era expresar a través de simbolismos el aspecto de santidad y divinidad, ni siquiera se tenía en mente aspectos sensibles o animales por llamarlo de alguna manera al contrario de esto los sentimientos eran visto como enemigos, prácticamente como herejía, el arte se orienta por la utilidad. Y bien si el arte de la edad media también representaba la naturaleza pero por la cuestión de que es obra de Dios y debe de ser algo bueno, y lo que representa es un equilibrio espiritual desde una vida activa guiada por la justicia y lo correcto y una vida contemplativa que es guiada por la oración y devoción.

En el arte del renacimiento lo que importa es: la magnificación del ser humano.

Aparece Leon Battista Alberti un arquitecto con una mentalidad cien por ciento humanista que es considerado como el primer revolucionario contra la estética medieval, su planteamiento de la estética está basado en  la  perfección. La belleza desde su punto de vista es considerado como  una perfecta armonía, es decir, que haya una cierta conveniencia entre todas las partes para lograr plasmar un efecto deseado, dicho de otra manera, que no se deba añadir, disminuir ni alterar nada de tal forma que no se perjudique la obra, todo este concepto también lo basa en la representación de la naturaleza.

Se piensa que la razón predomina ante todo.

Otra de las cuestiones que maneja Alberti en cuanto a la estética es que ésta se define gracias a: la organización de la obra y la sumisión ante las leyes que la rigen tomando como referencia un elemento de orden el cual  está dado por dos fases, la primera es la utilidad y la segunda se refiere a los números o proporciones; Alberti le atribuye una gran importancia a los números porque cree que en ellos se alojan varias virtudes ocultas y místicas, además son los que traen el orden al universo.

Alberti también nos menciona que la belleza está regida por dos formalismos, primeramente es la referencia pitagórica, la importancia de los números que mencioné anteriormente y como segundo lugar encontramos los términos de “finito” que se refiere a la calidad de la obra y la “collocatio” que es la posición respectiva de todos los elementos.

Con todo estos pensamientos Alberti dio un giro extraordinario a la historia de la estética, y el resultado de esta revolución fue que el arte ya no es dominado por un dogma ahora el arte es completamente independiente. El arte ahora es una disciplina, tiene una nueva estética y esto nos da paso a la universalidad, de aquí podemos decir que comienza el renacimiento.

Como conclusión pienso que es de suma importancia el tener en mente y conocer las diversas corrientes, ideas y toda la historia del arte en general, pues es una parte fundamental de nuestra formación como artistas. Además si conocemos nuestro pasado podemos analizarlo, reestructurarlo y dar pie a nuevas propuestas.

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