Arturo Olmos Ybarra.
Si
caminando por la calle nos encontramos con una persona que cuenta con un
extraordinario talento de habilidad
manual elaborando una hermosa canastita de paja y al darnos un momento
para contemplar su producto quedamos
estupefactos ante tal belleza, asombrados por la precisión de los detalles, admirados por la
delicadeza de su elaboración ¿Qué diríamos? ¿Su producto podemos considerarlo arte o artesanía?
La
respuesta que busco no puede ser tan concreta como un “cierto o falso”, es resultado
de una gran ambigüedad que surge de un solo factor, la réplica de quién
preguntamos.
Los seres
humanos tenemos una gran diversidad de pensamientos y de cultura, lo cual es
bastante obvio debido a muchas razones
primeramente el lugar donde nacemos, el entorno en que nos desenvolvemos, las
ideas religiosas o filosóficas, incluso los mismos hábitos, costumbres y tradiciones
que tenemos de manera individual; son aspectos que, por llamarlo de alguna
manera, rigen nuestra forma de vivir.
Por
lo que mencioné anteriormente, se me ocurre pensar que cada persona tiene una
percepción completamente distinta de lo que le rodea y sería en extremo difícil
que dos personas coincidieran al cien por ciento con una misma idea o concepto.
Entonces
bien, cómo diferenciamos arte de artesanía, si ambas son una manifestación de
un pensamiento humano. Muchos podrían decir, que el arte es lo que está en los
museos. Pero ¿A Qué se refieren?
Los museos
son lugares apropiados para el cuidado, resguardo y exposición de las manifestaciones
artísticas y actividades humanas que son culturalmente importantes para el desarrollo
del conocimiento. Aquí podemos encontrar desde pinturas y esculturas que es lo
que consideramos como el arte culto, y
también podríamos encontrar vasijas, platos, muebles, vestigios del pasado que
pudieron ser considerados artesanales y que ahora prevalecen para su exhibición
y su estudio y también los llamamos
arte, entonces el vínculo entre estas dos grandes ramas sería: la utilidad.
En
un principio los creadores de estos vestigios nunca imaginaron que sus
creaciones serían tan importantes, pues no era su intención, lo que realmente
buscaban era hacer cosas que además de ser bellas fueran útiles y prácticas
para la vida cotidiana.
Pero
no podemos llamar artesanía a todos aquellos instrumentos que nos son útiles, que pueden verse bonitos pero
que son producidos en serie y obviamente no cuentan con aquella pasión, ni esfuerzo de
un creador. Y aquí otro punto: la técnica y cabe mencionar que no todos tienen la habilidad para hacer
cualquier cosa, y algunos adquieren los conocimientos y técnica necesarios para
hacer sus creaciones gracias a las enseñanzas de familiares o de amigos
cercanos.
Para
mí no quiero cerrarme a decir que un objeto puede o no puede ser arte, prefiero
pensar en que es algo “artístico” así
siempre puedo tener en mente lo que esto implica, la dedicación, el esfuerzo,
el materializar una idea y hacer vibrar los sentidos, todo es parte de un
talento innato desarrollado con el paso de los años y de las ganas e querer sobresalir, es entonces
cuando se logran representar las ideas y que se logren conservar para la
eternidad, eso es lo realmente importante.
Blibliografía:
*Traven,
B., (1998) Canasta de cuentos mexicanos, Canastitas en Serie. Ed.Selector,
México, D. F.
*Paz, O. (1998) El uso y la Contemplación Revista de Camacol v. 11(1): Edición 34, marzo 1988, pp. 120-125.
*Paz, O. (1998) El uso y la Contemplación Revista de Camacol v. 11(1): Edición 34, marzo 1988, pp. 120-125.
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