Frías Montero Edgar Tomás
01 de Febrero de 2013
Pensamiento filosófico del arte
Cuauhtzin Alejandro Flores
La
Naturaleza de la artesanía
La artesanía es fruto del
contacto con la naturaleza, de esencia animista y revelador de sus más íntimos secretos.
La naturaleza es creativa, actúa de
manera sencilla y sin caer en la simplicidad encuentra la armonía de sus partes. Imaginemos
una planta suyo crecimiento ha sido condicionado y no le permite seguir el
curso planeado por algún objeto, ya sea otra planta, un poste de luz o algo que
una persona que haya visitado su hábitat dejó olvidado; la inteligencia natural
optaría por la solución más sencilla y asombrosamente adecuada, esto podría ser rodear
dicho objeto, seguir su crecimiento incluso hasta romperse en el intento o si
lo amerita… iniciar un Big Bang.
La naturaleza jamás se detiene,
fluye como y con el tiempo. El mundo
como lo conocemos es una consecución de causas y efectos y causas y efectos… La natura
es vida, es participación, es convivencia del uno con el otro. Hay un salto
metafísico de la manifestación de la unidad y la diferenciación en individuos, nos
toca ser la conciencia misma del universo, pero que es inconsciente de su
naturaleza unitaria. Pareciera como si el cosmos se estuviera experimentando a
sí mismo, meditando con la mira en su esencia.
El artesano es el mediador entre
la naturaleza y la artesanía. Éste se sabe individuo, pero no pierde de vista
jamás sus raíces tribales, es partícipe de tradiciones ancestrales y lleva en
sus venas milenios de sabiduría, sus antepasados la hablan de la belleza del pretérito, que él
apenas puede imaginar en la actualidad.
A la vista de los cambios en
apariencia desfavorables para ellos no cabe la idea de evolución, pero tampoco
de involución, para ellos tan conectados
con la unidad, todo es perfecto, no
creen en la evolución, creen en la vida.
El arte ha dejado de creer en la
vida, cree en las ideas. Ve en el mundo material lo efímero, lo ridículo, lo
absurdo. Aunque el arte ha buscado salir de los dogmas y paradigmas ha caído en
uno de los más viejos, en la idea de lo material como grosero ante la sutileza
de lo religioso. El arte busca la trascendencia de éste plano material. Busca
la eternidad porque no se sabe eterno; busca el perfeccionamiento porque no se
sabe perfecto. Sueña Platónicamente que las ideas puras sean reflejo de su
belleza. Y han llegado hasta la descontextualización y recontextualización del
objeto (repito, como sino fuera hermoso por sí mismo); el arte termina siendo
la trasmutación del objeto.
En la naturaleza no existe lo
bueno ni lo malo, lo bonito o lo grotesco; existe lo necesario. La manzana es
así porque así debe ser, en eso radica su belleza.
El objeto industrial va directo a
la funcionalidad de las cosas, veo en esto una idea de la supremacía del
individuo que se aferra a la super-vivencia, va más allá de la prevalencia de la especie. De igual manera la
natura tiene funciones utilitarias, pero no busca la supremacía, (aunque así lo
parezca) busca la autosustentabilidad de la vida. La manzana provee de
nutrientes, es útil porque alimenta y promueve la vida.
El objeto industrial busca la
simplicidad de las formas, en contraparte la esencia de la naturaleza es extravagante si la comparamos con la
creación humana,
jamás el humano ha podido igualar
la majestuosidad de las figuras naturales, cosa
que ha sido intentada por el arte
desde la antigüedad.
Con lo anterior me atrevo a
suponer que el objeto industrial representa una parte animal del hombre, al ser
meramente utilitaria, que facilita la existencia y la supervivencia; el arte no
deja de ser la parte racionalizante del ser humano que llega hasta sus rincones
más abstractos e intuitivo; mientras que la artesanía es la conjugación de l arte y el objeto industrial que
desembocan en la vida, en la participación del tiempo del sujeto con los
objetos, objetos que nos recrean y nos dan conciencia del yo y del otro. Los
niños se dice siempre están en estado de flujo, están totalmente inmersos en la
actividad que están ejecutando, están
teniendo experiencias que les arroja una serie de información acerca del uno y
el otro, teniendo auto referencia del cuerpo y las cualidades de lo
externo. Estado encontrado en los
mayores con menor frecuencia, muchas veces encontrado en estados de conciencia
alterados, como cuando ejecutamos un instrumento, en la meditación, en las fiestas, rituales; en
éstas actividades logramos un gozo por hacer lo que hacemos sin alguna
finalidad evidente, es el placer de participar en ellas.
No trato de poner en diferentes
niveles el arte, el objeto industrial ni las artesanías, pero me atrae la idea
de revalorizar lo perdido. ¿Hemos llegado como humanidad a una nostalgia del
pasado? ¿Nos daremos cuenta que no
estamos yendo hacia un progreso, sino hacia la destrucción de nuestra
existencia? Creo que si fuéramos más conscientes de la que simbolizan las
artesanías miraríamos hacia el presente, nos daríamos cuenta lo que construimos
en un pasado y que estamos proyectando hacia el futuro.
Bibliografía:
Traven, B., (1998) Canasta de
cuentos mexicanos, CXanastitas en serie. Ed. Selector, México, D.F.
Paz, O. (1998) El uso y la
contemplación Revista de Camacol v. 11 (1): Edición 34, marzo 1998, pp. 120-125
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